Una alimentación de gran calidad saludable para el corazón se acompañó de menos riesgo de complicaciones cardiovasculares recidivantes en pacientes que ya tenían enfermedades cardiovasculares o diabetes, muestra un nuevo análisis de los estudios ONTARGET y TRANSCEND. Estos hallazgos son aplicables a un nivel global en los 40 países que participaron en los estudios y demostraron que la utilidad de una nutrición satisfactoria aumentaba los efectos protectores de la medicación.
Una alimentación saludable para el corazón — rica en frutas, verduras, frutos secos, granos integrales y pescado — reducía en grado importante la posibilidad de un segundo infarto de miocardio o de accidente cerebrovascular o muerte; el consumo de tal alimentación redujo 35% el riesgo relativo de muerte cardiovascular, 14% el de infarto de miocardio, 19% el de accidente cerebrovascular y 28% el de insuficiencia cardiaca congestiva, en comparación con quienes consumían la dieta más deficiente. Esto significa que el tipo de alimentación tiene una enorme repercusión como factor protector. En ocasiones las personas que tienen un antecedente de enfermedades cardiovasculares toman medicamentos y consideran que éstos ya están resolviendo el problema. Sin embargo, si se toma la medicación, se obtendrá más beneficio con una alimentación saludable.
Se valoraron las dietas de 31.546 hombres y mujeres con un promedio de 67 años de edad, incorporados en dos estudios ONTARGET y TRANSCEND en 733 centros de 40 países con ingresos medianos y altos.
En este análisis nutricional se valoraron al inicio los tipos de alimentación utilizando el formato breve del cuestionario de frecuencia de alimentos (FFQ) que comprende 20 preguntas sobre hábitos alimenticios en los últimos 12 meses. Una alimentación «saludable» constó de una considerable ingesta de frutas, verduras, granos integrales, frutos secos y pescado en relación con carne y huevo.
Luego utilizaron dos índices para valorar la calidad de la alimentación basándose en los FFQ: la Calificación del Riesgo de la Alimentación y el Índice de Alimentación Alternativa Saludable (AHEI). Los pacientes de las zonas más saludables del AHEI modificado tuvieron un riesgo significativamente más bajo de enfermedad coronaria.
Este es el primer estudio en comunicar la repercusión protectora de la alimentación saludable sobre la muerte por causas cardiovasculares, nuevos episodios de infarto, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca en pacientes que toman los fármacos en el contexto de la prevención secundaria. Esto demuestra que la alimentación de tipo mediterráneo nunca fallará.
Fuente: The Heart.org